Hace mucho tiempo, de hecho desde antes incluso de iniciar este bitácora, que quería hablaros de "una trilogía" de juegos a que me enganché hace años. Los juegos en cuestión no es que sean una trilogía, pero de hecho son tres los que siguen el mismo patrón de funcinamiento y estilo. Dos de ellos no han salido fuera de Japón, lo cual es una auténtica lástima, aunque siempre se pueden importar. Se trata, ¿cómo no?, de "Osu! Tatakae! Ouendan!", "Moero! Nekketsu Rhythm Damashii: Osu! Tatakae! Ouendan 2" y "Elite Beat Agents", más conocidos por "Ouendan", "Ouendan 2" y "EBA". Que no os asusten estos nombres tan largos, pues detrás de ellos se esconden tres de los más adictivos juegos de ritmo que podáis encontrar en el mercado.
La mejor baza de estos juegos es la simplicidad de su planteamiento y funcionamiento: revienta globos al ritmo de la música sin que la barra de habilidad llegue a cero. A partir de ahí, suma puntos y trata de cumplir cada misión (15 en "Ouendan" y 19 en los otros dos). Cada canción ofrece 4 niveles de dificultad, con lo que el juego multiplica así la duración, y normalmente hay canciones ocultas que hay que desbloquear sumando puntos. Aparte queda un registro que suma los puntos y te nuevos rangos a medida que vayas acumulando números y éxitos.
También existe la opción de que grabes tus partidas y las guardes para tenerlas de recuerdo, compartirlas con tus amigos y demás, además de un par de opciones más de personalización, como bailar como Kahn al frente de las Divas (en "EBA"), complicar las canciones retrasando la salida de los globos, et cetera. Pero lo más interesante de las opciones y modos que salen de la propia historia es el multijugador. El juego incluye en este modo las variedades de multijugador cooperativo y contraoperativo. En el modo cooperativo entre dos y cuatro jugadores se van turnando para completar una canción, mientras que en el contraoperativo se dividen en grupos y luchan por la mejor puntuación. Este último modo incluye una dificultad añadida: varias estrellas miden la habilidad del jugador y cuando se llenan producen un estado alterado (movimientos bruscos, supresión de los círculos de ayuda...) en la pantalla del oponente. Un modo completo que engancha tanto o más que el modo en solitario.
Otro de los puntos fuertes es el humor. Cada canción te plantea una historia más o menos alocada y los protagonistas siempre acaban pidiendo ayuda al jugador. Tras esto se inicia la canción pero en cada una de ellas hay de dos a cuatro paradas, como si se tratare de un punto de control que valoran el nivel de tu barra de habilidad (va bajando pero se rellena con los puntos que consigas) e incluyen pequeñas escenas que completan la historia y que varían en función de si vas bien o mal. El resultado final de la canción también depende de lo bien que hayas pasado estos puntos. Las historias son tan dispares como un hombre que se enfrenta a zombis con frutos secos, un mono de peluche y un soldadito que unen fuerzas para volver a casa de su dueña o incluso el esfuerzo de una gorda Cleopatra por adelgazar para Marco Antonio con una dieta basada en construir una pirámide. No faltan canciones lentas y finales marchosos, así que hay para todos los gustos. Digno de meciona es que cada juego incluya diferentes historias para el modo multijugador, así que aparte de las 53 (15 + 19 + 19) que podéis descubrir en el modo para un jugador, tendréis en pantalla, por ejemplo, duelos de cocineros o la pelea entre una señorona y un refinado hombre por encontrar las mejores prendas en un centro comercial.
Los que sepan japonés podrán añadir al toque humorístico visual el que acompaña en forma de textos, además de comprender mejor la similitud entre las historias y las canciones que las acompañan. En el caso de "EBA", existe la versión traducida en español, aunque lo más recomendable es que el que pueda lo pruebe en inglés, ya que los textos ganan mucho más en la versión original.
En conclusión, resultan ser juegos muy activos, muy dinámicos, muy movidos y sobre todo muy adictivos. Si no me pasé veranos enteros jugando constantemente a ellos, que baje Dios y lo vea. Si queréis buscarle pegas, bueno, la principal es que en el caso de querer probar los "Ouendan", hay que jugaros en japonés sí o sí, lo cual, en el fondo, tampoco es un gran dilema. Otra cosa que puede hacer que os retractéis es que penséis que 15 ó 19 canciones sean pocas. La verdad es que siempre se agradecen más melodías, pero os puedo asegurar que aun con esos cortos números os engancharán los tres juegos. Otra cosa es que los temas elegidos no os gusten, pero en tema de preferencias nunca llueve a gusto de todos. En cualquier caso, es un imprescindible para todos los amantes del ritmo y ese tipo de juegos y un valor seguro para los que simplemente disfrutan de grandes títulos para la DS.
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