Cuando Hironobo Sakaguchi propuso la idea de crear su FF por primera vez, no consiguió permiso para desarrollarlo. Final Fantasy, como se temía en el mando de Square en su momento, podría haber sido un fracaso. La música de Final Fantasy, que tan icónica y reconocible es hoy, podría haber muerto con el juego. Afortunadamente para la saga y para los amantes de la música de videojuegos, no fue el caso; Final Fantasy fue un éxito y hoy en día tenemos maravillosas melodías dentro y fuera de la serie gracias al empuje que supuso para la carrera de Nobuo Uematsu.
Prelude
Este juego empieza fuerte. Prelude es una de las melodías más reconocibles de la serie y una que ha sido reversionada para la mayoría de los juegos de la firma Final Fantasy. Compuesta a última hora pero conservante del toque de fantasía, esta pieza sencilla pero efectiva se ha convertido en una de las más importantes de estos juegos, y realmente en esa sencillez y efectividad radica su belleza: es un prólogo, una introducción, una suerte de transición entre la persona que se sienta a jugar en el mundo real y el jugador que controla a los cuatro aventureros dentro de ese universo recién nacido. Son unas notas que podrían incluso llegar a transmitir un toque melancólico, pero tanto la melancolía como la fantasía se mezclan en la historia del juego (recordemos que el final es un viaje en el tiempo) para potenciar un tono romántico.
En esa misma onda está Opening Theme, que tiene el toque épico y melancólico de la aventura, que además en este caso suena durante los créditos, cuando se cierra el círculo temporal y narran lo más potente y romántico, valga la redundancia, de la historia: que los héroes han recorrido el mundo, han devuelto la fuerza a los orbes y por ende a la naturaleza, y han derrotado al mal, pero todo eso se pierde en el viento y se convierte en leyenda. Esta melodía en concreto se ha convertido además en el tema de facto de Final Fantasy, e incluso el propio Uematsu reconoció que le gustaría que le recordaran por ella.
Main Theme
Main Theme, junto a Town, Shop, Sailing Ship, Castle Cornelia, Airship y Dungeon, completan el sentimiento de aventura, cada uno a su estilo. Por ejemplo, mientras Town es más tranquilo, Shop se presenta un poco más juguetón, algo que refleja el tono más típico de los mundos fantásticos: en los pueblos uno se olvida de los encuentros aleatorios con monstruos y puede curarse, descansar o simplemente pasear y hablar, algo a lo que las tiendas añaden el aliciente de gastar dinero y personalizar el juego (de ahí el tono más travieso), siempre en la seguridad del pueblo y con la perspectiva de recompensa o refuerzo. Un matiz interesante para ese remanso de paz que es Town, que a pesar de su serenidad tiene una fuerte personalidad y una fuerte narrativa, que dadas las limitaciones de la NES, dice mucho de la calidad de esta banda sonora.
Castle Corneria por otro lado me parece la más floja del grupo de localizaciones seguras (en contraste a las mazmorras). Consigue mantener el ambiente sin desentonar, pero realmente no me parece que aporte mucho tampoco. Sí tiene un toque de lugar más acomodado en comparación al pueblo, pero realmente se queda a la sombra en cuanto a profundidad narrativa. Uno tampoco tiene por qué pasar mucho tiempo en ese castillo durante el juego, así que tampoco afecta mucho al jugador, aunque es una lástima no haber podido tener una mejor canción para redondear la narrativa.
Fuera de la comodidad de los pueblos, los juegos toman otro cariz, que en este caso (como en el de la mayoría) es el de aventura, como dije antes, exploración, emoción... Cada jugador lo puede percibir de una manera distinta y muy posiblemente cada vez que salga de dicha seguridad lo interprete de formas diferentes, pero en lo que respecta a la música, la idea básica es una: decirle al jugador que allí fuera hay un mundo que lo está esperando. Main Theme en general captura esta idea de movimiento, de que hay que moverse. Es un tema bastante alegre y, dado el tiempo que hay que pasar explorando y caminando por el mapa del mundo, es la decisión acertada.
Sailing Ship
Pero los que no gustaban de andar y preferían navegar o volar tenían otros temas a su disposición. Sailing Ship y Ariship son las dos alternativas, de las cuales personalmente me gusta más la primera. He de decir que ninguna de las dos me termina de convencer. Airship es quizás la más conocida de las dos, pero me resulta demasiado agobiante. La exaltación de volar y verlo todo desde otro punto de vista es maravillosa, pero creo que esta canción, hablando en plata, mete mucha prisa. No me transmite ni la paz de alejarse del mundo, ni la emoción por explorar nuevas tierras ni el miedo de estar tan alto en el aire; todo es rapidez, como si tuviera que hacer cosas ya. En pocas palabras, es un agobiante do or die, aunque en realidad no haya un die en este caso. Sailing Ship, incluso teniendo ese toque de premura, se me hace bastante más relajante, como si fueran vacaciones a la carrera, pero vacaciones al fin y al cabo. Eso sí, no termina de transmitir la idea de mar del todo. La sensación principal es de ir deprisa a pesar de que a cachos parece que frena un poco y te deja coger aire. Sin duda, lo mejor para disfrutar de la música de campo es ir caminando despacito y avanzando lentos pero "seguros".
Afortunadamente, el caso de las mazmorras es muy diferente.
Matoya´s Cave
Chaos Shrine es la primera melodía de mazmorra del juego, y no es una mala composición. Empieza con una seriedad que las canciones anteriores no tienen, y aún así consigue mantenerse animada, pero queda lejos de la idea de seriedad que podría sentir algún jugador al ir a rescatar a la princesa y verse con el caballero más fuerte del reino. Por contra, Matoya's Cave, que es el segundo tema de mazmorras en sonar, pega fuerte y mantiene esa fuerza hasta el final. Puede sorprender por la nula hostilidad (insultos aparte) que hay en la cueva de la bruja, pero este tema suena en varias localizaciones del juego y realmente tiene una fuerte carga. Es de las más conocidas y sonadas de Final Fantasy; prueba de ello es una de las que representa a este título en el juego de lucha Dissidia 012 Final Fantasy, donde le han dado un arreglo para que suene más tranquilita (y a mí me parece que la propia canción se les quiere escapar a los músicos y echar a correr ella sola).
Mt. Gulg
Mt. Gulg (a veces también llamado Gurgu Volcano) es el otro gran tema de mazmorras del juego. Una melodía que tiene un enfoque diferente al de Matoya's Cave: tener al jugador alerta. No salta tan rápido ni tan fuerte como su compañera, sino que parece coger al jugador y decirle: "oye, déjate de paseos por el campo y presta atención, que aquí si quieres algo, tienes que ganártelo". De hecho, suena en Dissidia 012 Final Fantasy que muchas de las melodías arregladas de otras entregas.
Por su lado, Sunken Shrine, en sí un arreglo de Chaos Shrine, suena bastante elegante. Un ritmo un poquitín más lento le habría favorecido mucho, tanto para resaltar esa elegancia como para dar la sensación de estar en un sitio importante, como lo es el Templo del Caos del pasado, la mazmorra final. No obstante, tiene un contraste claro frente a las anteriores.
Aunque para contrastes, Flying Fortress. Éste es un tema lleno de misterio y exotismo que pega mucho con la condición de esta localidad de castillo en al aire, origen de una raza antigua y sabia. Personalmente opino que esta composición no tiene la misma magia que muchas de las canciones arriba expuestas, pero que recoge el tono que deberían tener esas ruinas entre las nubes. Otros juegos posteriores profundizan en ese aura de misterio, aunque cada uno añade sus propios matices, como The Tomb of Raithwall de Final Fantasy XII con un tono que tira hacia el terror o el desconcierto, o Find Your Way de Final Fantasy VIII con su toque de thriller y drama. No se le puede achacar no llegar a estas cotas por obvias limitaciones, pero creo que queda claro que en cada uno de estos ejemplos son más fuertes en su medida que Flying Fortress.
Battle
La otra gran parte del juego, las batallas, tienen su propio sonido traducido en Battle (o Battle Scene). Éste es un caso curioso, ya que las primeras notas (repetidas) al principio de la melodía se han convertido en una costumbre en muchos de los siguientes juegos, desde Final Fantasy hasta Final Fantasy VI además de Final Fantasy IX. A debate quería ver si otros juegos, en una línea más sutil, siguen esta tendencia, algo en lo que yo creo que se ha mantenido hasta Final Fantasy XII. Crear una composición, que amén de sonar bien, establece algo tan fuerte como esto, es un enorme logro; aunque por otro lado, el crear sobre esta base sólida sólo hace que cada nuevo tema de batalla tenga más matices y gane en significado en comparación al original. Por poner dos ejemplos, el tema de batalla de Final Fantasy III es el más complejo de la primera trilogía en NES, y el tema de batalla de Final Fantasy V tiene el matiz animado y aventurero del protagnista, Bartz.
Victory
Caso parecido es el de Victory (a veces llamado Fanfare o Victory Fanfare), que se ha convertido en otra de las músicas más reconocibles de la saga y del mundo de los videojuegos en general. Si bien no toda la pista, la intro se ha repetido y rehecho en todas las entradas principales (no hablo de los demás títulos), con la única excepción de Final Fantasy XIII. Realmente no hay mucho que decir de Victory. Es un tema alegre, sencillo pero correcto y eficaz, y el reinventarse sólo le ha ayudado a colorear distintos aspectos de sí mismo.
Menos conocidos son, con razón, Menu Screen y End Theme. El primero es un tema bastante soso y simple, aunque tiene un toque de ida y venida que podría haber ayudado a Sailing Ship tener unos aries más marítimos, e incluso su calma (absolutamente necesaria para poder navegar por los menús y trastear tranquilamente) habría sido un buen añadido. End Theme sirve como acompañamiento para la conclusión del juego. No puedo decir que sea una melodía molesta, pero desde luego no termina de lucirse. Ni tiene el toque romántico del final que antes mencionaba ni tiene un gran sentimiento de recompensa y gratificación. Es mediocre en el sentido de que no es per se mala o fuera de tono pero se queda muy atrás de lo que debería ser terminar un juego de tamaña épica (en su día).
Game Over
En general, Final Fantasy tiene una música muy buena en su contexto. Es muy difícil crear obras maestras como más adelante se verán, pero en sus circunstancias tiene una calidad envidiable, una variedad muy digna y además ha creado unas (si no las más) de las bases más fuertes sobre las que construir un mundo interior y una cultura propia. No se puede decir que sea la mejor colección de la saga, pero desde luego es un punto de partida inmejorable, y veremos más adelante hasta qué cotas se elevan las composiciones de Nobuo Uematsu y compañía.
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