Nota: Todos los títulos de las canciones están sacados del disco All Sounds of Final Fantasy I & II. Algunos temas, por falta de relevancia u otras razones, podrían quedarse fuera. Hay spoilers del juego.
Prelude
Prelude no debería ser ninguna sorpresa. Ya dije en el artículo anterior que fue reversionada varias veces, y ésta es una de ellas. Con un sonido un poco más fino que en la primera entrega, tampoco aporta nada especialmente impactante, aunque la melodía, como también dije, es un clásico de la saga y ponerle un poco de maquillaje es hacer una apuesta segura. Un gesto curioso, se puede decir, teniendo en cuenta que la banda sonora busca su propia personalidad dentro de una identidad Final Fantasy, o dicho de otro modo, busca su propia personalidad sin alejarse mucho del juego anterior.
Battle Theme 2
Una de las que buscan ese distanciamiento es la música de batalla. Battle Theme 1 tiene una duración de bucle aproximada al Battle Theme de Final Fantasy, pero tiene menos cambios y puede acabar cansando más rápido que su hermana mayor. Aunque afortunadamente Battle Theme 2 marca un cambio fuerte y añade la mejor música de batalla de los dos primeros juegos, posiblemente de la propia trilogía de NES, de la que yo personalmente prefiero la de la batalla final de Final Fantasy III. En cualquier caso, Battle Theme 2 es una maravilla y en Dissidia le hicieron un arreglo realmente espectacular. No os quedéis sin escucharlo.
En cuanto a la música de campo, hay buen material también que va en sintonía con la tristeza general del juego. Cabe recordar que en Final Fantasy II nos enfrentamos a un violento monarca (el Emperador) que mata y conquista y destruye a su paso con el fin de convertirse en el único regente del mundo. Es indudablemente una sensación muy triste para sus enemigos enfrentarse a él y soportar las tiranías, de ahí que las melodías melancólico-fantásticas del primer juego dejen paso a sonidos más tristes que den la sensación de malestar y necesidad, necesidad de seguir adelante y necesidad de soportar pesadas cargas y sacrificios.
Town
El primero de éstos es Town, la música de los pueblos. Con un claro desmarque de la música de pueblo de Final Fantasy, esta composición cuenta su propia historia, una historia de una tragedia palpable y que se prolonga en el presente. El tópico de los imperios malos es muy corriente en los videojuegos, aunque a menudo hay algún gran bastión que resiste sus embates. En el caso de este juego, la gran base de operaciones de la resistencia, Fynn, tiene que ser reconquistado, para lo que hace falta pagar una enorme cantidad de vidas humanas, incluso dentro del propio grupo protagonista, y es que en esta historia la muerte está en todas partes. Esto también se refleja en el Main Theme, el tema que suena en el mapa. Es un tema que parece llevar el eco del vacío del mundo en todas sus notas. La decisión de que la música acompañe al tono de la trama es una de las mayores virtudes de un juego, y aquí se cumple.
Menos afortunados son los temas de mazmorras. Ni Dungeon, ni Ancient Castle, ni Tower of the Magi ni Castle Pandaemonium llegan a la altura de sus predecesoras. Lo que es más, se quedan bastante lejos de su calidad y potencia. Dicho lo cual, Dungeon sí tiene un tono curioso y Tower of the Magi suena un poco más místico; incluso a Ancient Castle se le podría atribuir un aire particular, no sé si como de lugar histórico o de cierto respeto. En cualquier caso, el que peor suena es Castle Pandaemonium. En versiones más modernas se potencia el heroísmo de los personajes que se infiltran en este castillo, y no es que sea algo malo, pero creo que choca totalmente con la imagen que da el Emperador Mateus, además de que, siendo una mazmorra larga, el heroísmo se acaba diluyendo un poco entre batallas y exploración. Tampoco parece que sea el acto más heroico que al final del juego, tras haber reconquistado el mundo y haber perdido a tanta gente, se vaya a eliminar al Emperador. Que se entienda que SÍ es una decisión delicada e importante, y el equipo está delante de la mazmorra y el jefe más fuertes del juego, pero más difícil era la situación al principio del juego o cuando personajes que están en tu grupo eligen morir para que el resto pueda avanzar. A mi modo de ver, y aunque podría tener una chispa heroica, lo más destacable es la determinación de Firion y compañía y las penas que cargan todos tanto individual como colectivamente, o acaso la crueldad y maldad infinitas del Emperador Mateus, que para algo es su castillo, el que él mismo invocó a la superficie desde el infierno.
Chocobo Theme
En el caso de la música que suena al ganar las batallas, Victory, que si no estoy muy equivocado, es exactamente la misma melodía o con mínimos cambios en esta segunda entrega; algo que cambia cuando en los remakes (Final Fantasy y Final Fantasy II) se les da una pizca más de distanciamiento, aun siendo muy parecidos. Y antes de pasar al último grupo de canciones, conviene mencionar Finale, el tema de despedida del juego. Personalmente, y aunque creo que recoge el alivio y el lento remontar de un mundo y una gente liberados y con muchas posibilidades y esperanzas por delante, y a pesar de que opino que la versión de PSP mejora aún más esta sensación y no suena nada mal, incluso con todo eso, se me queda un poco genérica y sosa. No me da la sensación de haber eliminado a un señor que fue lanzado al infierno y resurgió de él como rey. Quizás el tono más realista de la música se sale un poco de lo fantasioso del final del juego, quizás simplemente el tema no sea de verdad para tanto o quizás en la NES realmente no tenga esperanza sino tristeza y/o quizás simplemente no lo termine de entender; en cualquier caso, en general no me llena y en particular no me llena en comparación a su versión más moderna.
The Rebel Army
Para el final dejo dos temas importantes y opuestos: The Rebel Army y The Imperial Army. El primero está dedicado al ejército de rebelión y el segundo, evidentemente, al ejército imperial. Ambos son bastante representativos y suenan bastante bien, pero mentiría si dijera que los dos me gustan por igual. De ellos, The Rebel Army es el que me parece superior, quizás porque me considero un romántico y esta canción tiene ese toque. Aunque relativamente sereno, el tema es firme y fiero, que refleja el carácter tanto del grupo de rebeldes como del protagonista. El tema luce aún más en el juego Dissidia ya que se ahonda en la personalidad y motivaciones de los héroes de los juegos, y se adapta perfectamente a Firion.
En contraste, The Imperial Army es mucho más gris y aburrido; es aplastante y opresivo, como la mano de hierro del imperio. Realmente, casi todo lo dicho en el párrafo anterior es perfectamente adaptable a éste, porque borda el perfil del Emperador Mateus. No es justo decir que es un mal tema, y mucho menos decir que no coge la esencia de lo que representa; en ese contexto, las dos son equiparables. Simplemente, The Rebel Army es más placentera y dulce al oído. No obstante, es curioso que en la versión de PSP (The Imperial Army, The Rebel Army), sea el tema del imperio el que suene mejor y más fiel a esta idea que representa, ya que el tema de los rebeldes se queda un poco como soñando despierto; casi, aunque bucólico y hermoso, parece que a ratos están despistadas la esperanza y la fuerza de llevar a cabo un levantamiento.
Como conclusión, no me veo con razones suficientes para decir que esta banda sonora es mejor que la de Final Fantasy. Hay picos que sobrepasan lo escuchado en la primera entrega pero la media no da. Lo bueno de Final Fantasy II es que busca ser diferente y gracias a eso tenemos esos precioso temas como Battle Theme 2 o los temas de los ejércitos, sin perder además en ningún momento la identidad Final Fantasy. En todo caso, y como veremos en futuras entradas, esto es un suma y sigue de melodías que aportan esa identidad única, a pesar de que muchas se queden fuera de las listas de grandes éxitos.
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