¡Auuuu! ¡Lobo hombre en París!

¡Ay. ilusos! De París me voy a poner yo a hablar ahora, sí. ¡Jajajajaja! ¡Ni hablar del peluquín! Y mucho menos después de que un lobo (al que en un momento de locura transitoria llamé M2Hero) se haya declarado acechador de esta página. Desde que leí en Lobo en el lodo que se pasa por aquí cada vez que tiene tiempo, casi no tengo valor ni para escribir, dado que en cualquier momento podría tirarse a mi cuello y desangrarme. Dios, ¿estoy hablando de verdad de un lobo o es que tengo que dejar de ver Bram Stoker's Dracula?


Ahora en serio, lo que más me preocupa del lobo es que sabe de música, de cocina, de cine, de videojuegos y encima tiene gustos extraños por la estética pseudogótica de esta página. Me parece que mis temores están bien fundados, sobre todo cuando con sus zarpitas es capaz de escribir tan bien como lo hace (aunque algunos juran que uno de entre un par de millones de monos es capaz de escribir las obras completas de Shakeseare tal cual aparece en las versiones originales MAAAAS no vamos a quitarle crédito al chav... lobo, que merece la alabanza de los lectores).

Así que, fuera de coñas y de piropeos baratos, ya podéis pasaros todos por su bitácora que tiene montones de entradas y todas ellas muy interesantes. Aparte de comentar y sugerir recetas de cocina, tenéis críticas bien elaboradas y certeras de cine y literatura, tratados de música... En términos gastronómicos, la polla con cebolla, vamos. Lo mejor es que os toméis vuestro tiempo en pinchar en ese enlace (estáis tardando si no lo habéis hecho ya) y disfrutéis de una sana lectura, al igual que hago yo cada vez que el máster y la pereza me dejan más de 5 minutos delante de la pantalla para trabajo serio.

P.D.: El siguiente artículo de la sección Toda una vida está tardando por la novedad de las entradas anteriores. No me olvido ni lo abandono, y los textos que están en borrradores dan fe de ello.