Sería falso decir que no pasa nada bueno durante un año, a pesar de que algo muy gordo pueda eclipsar algunas circunstancias o hechos. Es por eso que no voy a decir que este año ha sido un nido de fracasos y frstaciones, aunque si ha tendido a ser flojo, pobre y malo.
Creo que para cada cosa del 2009 tengo una queja. Por ejemplo, en temas de amigos, desde enero mismo he tenido unos roces con una chica con la que yo pensaba que conectaba mucho más: Maru, la primera que se hizo fan del bitácora, compañera de penas de la carrera. En agosto se fue de Erasmus a Holanda y desde que volvió en diciembre todos la hemos notado muy distante, fría y extraña. Personalmente, me da muchísima pena, pero son cosas que pasan y espero que se vayan arreglando con el tiempo.
Hablando de la uni me he acordado de que este año me he licenciado. A partir de ahora se supone que tengo que ser algo en la vida y tal. He trabajado un poco y he estudiado algo menos, pero he aprovechado las experiencias y ahora ando buscando qué hacer. O eso hice hasta que me dio por estudiar un máster de periodismo que me recomendó una profesora. Metí la pata hasta el fondo. Estoy ahora mismo metido en una espiral de trabajos para una infinidad de asignaturas que me deprimen sólo con recordarlas. Incluso las que en un principio más me atraían han sido hasta ahora una frustración y decepción tras otra. Sólo me queda el consuelo de que es de un año y de que tiene cierto prestigio. Rezo por la llegada de julio para olvidarme de que una vez estuve ahí dentro, y eso que en general los profesores son agradables y nos tratan muy bien.
Por otro lado, he tenido mis contratiempos con mi pareja. En septiembre estaba cansado de no hacer nada y de que todos anduvieran ocupados salvo yo, que me ahogaba en la miseria de la pereza y la incertidumbre de si me aceptaban o no en la maestría que he mencionado antes. No voy a decir que me volviera huraño porque es mentira, pero estaba de un humor gris, me comportaba de forma muy esquinada y dudaba de mi auténtico interés por seguir con mi pareja. Unas semanas más tardes descubrí que todo se debía a que no estuve haciendo nada más que descansar durante más tiempo del que necesitaba, aunque era tarde para justificar unas palabras que nos costaron a los dos mucho dolor y, cada vez que las recuerdo, mucha vergüenza. Afortunadamente eso pasó, pero ahora se da el caso contrario: soy yo el que ve el efecto de estar desanimado y perezoso. Conocer el mal de que adolece tu pareja puede ayudarte a sobrellevarlo, pero sigue siendo duro tener que convivir con ello. Y los días duros siguen.
En temas de dinero, dejé de cobrar mi escaso sueldo de profesor de inglés al término del curso pasado y por problemas de horarios no puedo seguir éste. Obviamente, la Saturnalia supone un gasto extra, pero este año ha sido exagerado. Intentando ahorrar, no han parado de surgir cosas que han ido disminuyendo mi pequeño tesoro, y odio no haberlo podido parar. Sólo espero que no dure mucho el año que viene.
En temas familiares nunca estoy contento. Detesto las macrorreuniones que organizan para festejar cosas que sólo les importan a ellos, a "los mayores", y que además tengamos que ir los demás por fuerza. Cada semana, cada mes y, por supuesto, cada año deseo más fervientemente que llegue el día que me pueda emancipar y pasar de esas cosas. No voy a extenderme tampoco en todos los problemas y discusiones que surgen en el día a día porque podría escribir tres novelas. el resumen es que quiero dejarlo todo atrás pronto.
Por último, en lo que respecta a mi mayor vicio, he repetido hasta la saciedad que Nintendo está cayendo en picado. Cuando me compré la Wii y la DS tenía mucha ilusión y confianza en que podría disfrutar de interminables horas de diversión, pero esta vez ha sido la primera que he mirado hacia otro lado: la PSP. En tanto que Nintendo sólo sacan pura basura y yo me estoy comiendo prácticamente la Wii y la DS, en PSP he disfrutado en menos tiempo (este mismo año la compré) de muchas más cosas y tengo una larga lista de títulos que probar. Del mismo modo, PS3 y XBOX no han parado de sacar cosas que poco o mucho han llamado la atención, mientras yo no podía ni siqueira tocarlas. Sí he podido jugar a cosas muy bonitas con lo que tengo, pero el tiempo que le he dedicado en general ha sido realmente poco e insatisfactorio. Estoy muy triste por ello y a la par muy enfadado.
Bueno, como veis los que hayáis leído hasta aquí, este año para mí no ha aportado mucho bueno, aunque sí ha habido muchos momentos de risa, felicidad y encuentros. Por esa misma razón, espero que el año próximo y la generación próxima de consolas merezcan mucho más la pena de lo que la han merecido éstos. Y no me quiero ir sin mandar un beso muy fuerte a mis amigos más íntimos (Ainize, Luis, Pipiz, Ainara y Oier); a toda la gente buena con que me he cruzado y que me ha sacado alguna sonrisa; a mi familia, supongo, aunque no llegarán a leer esto (jejeje); a los amigos que aunque no hayan estado conmigo muchos años, sí han estado ahí cuando han podido y a los que debo mucho cariño y afecto (esto va sobre todo por ustedes, Útero y Janet); a los demás amigos y conocidos; a vosotros, lectores, autores y diseñadores, que desde hace unos meses me acompañáis por esta nueva incursión con este bitácora (mención especial a M2Hero, que fue el primero que demostró interés por este humilde y siempre imperfecto proyecto), y, para terminar, el premio honorífico es para quien se hace llamar Luxord Dantés, que desde hace dos años y medio soporta mis neuras y me castiga con las suyas. Un millón de gracias a todos y espero que en 2010 estemos un poco más unidos y seamos todos más felices.
Felicísima Saturnalia y próspero año nuevo.
